El accidente, de ayer 24 de Julio, del tren que descarriló llegando a Santiago de Compostela ha sido una desgracia, una tragedia, una fatalidad.

Tren

No me puedo imaginar lo que estarán pasando los heridos que sobrevivieron ni las familias y amigos de las pobres víctimas que tuvieron la mala suerte de sufrir el accidente.
Si a una persona ajena nos afecta psicológicamente y nos entristece; el sentimiento de dolor, de impotencia, de incomprensión, de rabia, de frustración y de tristeza que estarán viviendo los allegados de las víctimas y heridos tiene que ser de las peores sensaciones que alguien pueda vivir.

Todos los medios de comunicación están centrados en la noticia, pero hay algo que llevan haciendo desde el primer minuto en el que informan y que no acabo de entender ni comprendo que objetivo ni que valor añadido le da a la información. Algo que se suelen hacer cuando hay una noticia de este tipo. Me refiero a mostrar imágenes explícitas de los cadáveres de los fallecidos y de los heridos.

Es una falta total de sensibilidad y de respeto para las familias y personas cercanas a las víctimas y a los heridos. Una falta de humanidad y una falta de consideración.

Porque luego, todas estas imágenes quedan para la posteridad, y también serán emitidas y mostradas siempre que se recuerde o hable del accidente. ¿Qué necesidad tiene la gente, las familias y amigos de ver a los fallecidos tumbados por el suelo? (sin entrar en más detalles acerca del estado en el que se encuentran las pobres víctimas)

Es el puto morbo del que se sirven los medios de comunicación para atraer nuestra atención.

Por favor, que hoy en día hasta el más tonto puede y sabe usar el Photoshop para desenfocar cierta parte de una imagen. Y de igual modo hacerlo en un vídeo.

A mi personalmente me provoca un muy mal cuerpo ver este tipo de imágenes en las que los cadáveres yacen en el suelo. Que sí, que sí, que será que soy un blandengue y todo eso.. ¿Pero alguien se da cuenta de que los niños también ven la televisión? En fin...

Por suerte y por contra, luego está la parte humana de la sociedad, que se vuelca de forma altruista para ayudar a los demás, como es el caso del desbordamiento de donaciones de sangre, los voluntarios médicos que sin que los llamasen acudieron a prestar sus servicios, etcétera.

(...)

Hoy es un día triste.