La primera regla del Club de la Lucha es:  Nadie habla sobre el Club de la Lucha.
La segunda regla del Club de la Lucha es: NADIE habla sobre el Club de la Lucha.

el club de la lucha


Tengo la impresión de que una de las soluciones que podría contribuir a salir de la p*** crisis vendría dada por seguir las dos primeras reglas del club de la lucha.

La primera regla de la crisis es:  Nadie habla sobre la crisis.

El que más y el que menos estará más que harto de oír hablar de lo mismo a todas horas en radio, televisión, periódicos, Internet, ascensor, supermercado, cenas, calle, gimnasio, trabajo, etc. Es el tema recurrente y que suele acabar o empezar con la típica frase "es que la cosa está muy mal".

La sociedad parece que ha entrado en un bucle de retroalimentación, donde nosotros mismos nos convencemos y nos asustamos, contribuyendo más al miedo general que ya existe (lo que no quiere decir que la situación sea buena)

Se me ocurre el ejemplo de un ascensor. Imaginemos que llamas al ascensor. Este llega al piso en el que te encuentras. Dentro ya hay 3 personas, las cuales bajarán contigo. Ahora imaginemos que los 3 ocupantes están compinchados para, que cuando entres tú, simular que hay mal olor dentro del ascensor (aunque realmente no lo hay).

escena de ascensor

Al final, acabas convencido de que no huele bien, sugestionado por el entorno.

Es tal el número de veces que se nos recuerda lo mal que está todo, que acabamos siendo contagiados de ese pesimismo, independientemente de como nos sentíamos o lo percibíamos realmente. Parece que se pretenda crear un entorno de mal estar y de inseguridad, incluso mayor del que realmente pueda existir ¿No os da la impresión de que se nos intenta meter el miedo en el cuerpo?

Y como consecuencia de esto ¿que pasa? Pues lo que pasa es que :
  • Los que no tienen trabajo se sumen más y más en el pesismismo, aceptando cualquier tipo de trabajo en cualquier tipo de condiciones.
  • Los que aun tienen trabajo se ven indirectamente obligados a realizar más por menos.
  • Los que aun tienen cierto poder adquisitivo no gastan "por que no se sabe lo que puede pasar"

Y todo esto en una situación en la que cada semana se nos aprieta más el cinturón con la escusa de: 
-"Uhhh que viene el lobo!"

La solución no es sencilla, dudo realmente que alguien la tenga. Pero entre tanto, quizás lo que deberíamos hacer sea dejar de usar tanto el ascensor, y empezar a utilizar más las escaleras.