Hace unos días leí la noticia de una trabajadora, la cual se llama Bronnie Ware, que se dedicaba a cuidar enfermos terminales en sus últimos días. En esos últimos momentos de su vida, algunos pacientes hacían una reflexión antes de morir. Bronnie las recogió en un libro. Son las siguientes:

1. Ojalá hubiese tenido el coraje para vivir una vida auténtica por mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí.
2. Ojalá no hubiese trabajado tanto.
3. Me hubiese gustado tener el coraje para expresar mis sentimientos.
4. Lamento no haberme mantenido en contacto con mis amigos.
5. Desearía haberme permitido ser más feliz.

No dejan a uno indiferente, más cuando la sociedad en la que vivimos te obliga más bien a lo contrario: Compórtate y haz lo que te digan, trabaja duro y mucho, no seas tonto/a y cuídate de que no sepan lo que sientes o serás vulnerable, relaciónate con gente importante y ten buenos contactos...

Fuente: contextotucuman.com