¡Hola hola! La verdad que tenemos un poquillo abandonado el blog y hablo por Ilu y por mí: mil perdones

Como algunos sabéis este año ha sido muy completo: cambio de departamento en el trabajo, cambio de estado civil, ausencia en el FIMP, el viaje más largo de mi vida: Japón (intentaré plasmar sensaciones y experiencias que puedan seros de ayuda si queréis visitar Japón en un post futuro "palabrita")...

No me enrollo más y reanudo mi experiencia bloguera, ya con 32 añitos, con una receta gastronómica: galletas de mantequilla. Todo empezó con la llegada de una promoción de EL COMERCIO, al principio quería todo y tras el primer intento repostero opté por no comprar nada.


La verdad que la cocina puede llegar a ser muy frustrante. Todo se llena de harina, manchas un montón de cacharros para que después se te quemen las galletas, o se queden blandas o no pilles el punto adecuado para que sean comestibles. En mi caso, en el tercer intento ya empezaron a resultar comestibles. Quizás sea porque ese intento era para el cumple de mi padre y como dicen los curas "El amor todo lo puede" jeje 

Hoy es mi cumple y en lugar de optar por encargo de pasteles me he animado a cocinar. Por un lado están las palmeritas de hojaldre, receta 100% Isasaweis que parece muy sencilla pero no termino de pillarle el punto. Por otro, galletas de mantequilla.

  
Ingredientes:
  • 125 grs de mantequilla
  • 125 grs de azúcar
  • 250 grs de harina
  • 1 huevo
Preparación:
Dejamos la mantequilla fuera de la nevera una o dos horas antes para que se quede blanda. Esto es lo ideal pero como soy un poco desastre y siempre se me olvida, suelo poner la mantequilla en el bol y el bol en el microondas durante 30 segundos. He descubierto este truco en algunos blogs de cocina así que... de confianza.

Añadimos el azúcar y batimos hasta que se quede cremoso.

Añadimos el huevo y seguimos batiendo.

Tamizamos la harina y echamos la mitad a la mezcla y seguimos bate que bate.

Se nota que el huevo es de casa por el color ¿no os parece? :)

La otra mitad de la harina la añadimos, también tamizada, pero esta vez amasamos con las manos. ¿Cuándo parar? Pues cuando no se nos quede pegada a los dedos.

Hacemos una bola, la envolvemos en papel film y la dejamos reposar una hora dentro de la nevera.

Nota: Patri gracias por la Coca·Cola personalizada :)

Pasada la hora, preparamos el horno a 180º

Sobre una superficie limpia y si es posible sobre papel vegetal, estiramos la masa con la ayuda de un rodillo hasta que quede fina. Para el alto de la masa, he descubierto que existen rodillos que tienen una regla para poder determinar el alto de la masa pero como el mío es de los de toda la vida, me toca calcularlo a ojo.

Cortamos la masa con los cortadores y retiramos la masa sobrante con la que haremos más galletas.


Después de 10-12 minutos en el horno ya estarían listas pero ya sabéis como es esto, cada horno es un mundo así que echadles un vistazo.


Espero que os animéis y os salgan riquísimas. Como sabéis, se aceptan recomendaciones :)