¿Alguna vez te sentiste cómo un tonto, dándote la impresión de que aunque te pusieran un burro delante rodeado de luces de neón, sirenas y rebuznando como un loco, no lo verías?



Bueno, a mi no es la primera vez que me pasa algo así; que no veo lo evidente y me abren los ojos a base de dejarme en shock. Pero este fin de semana ha pasado otra vez.

Tocaba celebrar el cumpleaños, y la verdad no había planeado nada, era viernes, coincidía bien, pero después de una semana larga y dura, no me había quedado tiempo para planear nada. La idea era simple: juntarme con mi hermano y un par de amigos, tomar una sidra por el barrio y listo. Pero no, no iba a ser tan fácil.

Empieza el viernes, Alegría (cómo no?) había estado durante semanas preparando una sorpresa, contactando con mis amigos para que se currasen la foto (con personas que ella no conocía, pero como es una Miss RRPP, no había fallo) A mi (cómo no?) me hizo Ilusión (mucha!) Se lo curraron y todo lo que diga es poco, gracias!

Pero después de esto, el día transcurrió más o menos así:

 
  • Las 15:00, salgo del trabajo. Mis compañeros de trabajo me preguntan (demasiado insistentemente) qué como iba a celebrarlo, y yo: -“Bueno, nada especial, unas sidras por donde mi casa y poco más”.
  •  H.M me dice en plan coña, como suele hacer: -“Mira P.O, este es de los típicos que no invita a su cumpleaños”.  Y yo: -“No, pero si es que no va a haber celebración, ya te digo.. no planeé nada”
  • Mis amigos (padres hace un año) me comentan que esa tarde dejarán a la peque en casa de los abuelos para poder salir un poco todos (raro, inusual, pero bueno una vez al año, ¿por qué no?)
  • Las 16:10. Mi hermano me llama y me dice que cambio de planes, que tomamos algo en el centro. Pienso: -"Bueno, vale! Total.. ¿que más da un sitio que otro?"
  • Las 19:05. Me llama Alegría por teléfono para decirme que nos vemos el domingo, que este fin de semana se pira por ahí. (Bueno vale, el domingo tomamos algo..)
  • Las 21:00. Salgo hacia el centro con A.N y A.A. Nos encontramos con mi hermano y tomamos algo. Me dice que ha reservado para cenar.
  • Las 22:30. Tengo un hambre de la h**tia y nadie hace el amago de ir a cenar, entonces pregunto: -“Qué pasa, es qué no vamos a cenar hoy?”. Respuesta tajante de mi hermano: -“No, a las 22:45!” Digo: -“Joder, que milimetrado lo tenéis todo!” Pero bueno, yo como soy así.. que me dejo llevar, pues nada..
  • Las 22:45. Llegamos al restaurante, entro y… veo a cuatro personas con una pancarta en alto. Pensé: -“Si es que la gente no tiene sentido del ridículo!!” (jaja)
  • -“Pero.. hostia, espera.. meka.. pero meka.. pero.. ¿que hacéis aquí? Como.. pero y tú...y tú...”. Sí, más o menos esta fue mi reacción, tartamudeo, risa, jiji, jaja...

Alegría lo había organizado (con la complicidad de todos), contactando desde hacía semanas y juntando a amigos (no amigos entre ellos, ni siquiera conocidos) y se las habían arreglado para que no sospechase ni … ni… nada, cero! Era sorprendentemente surrealista ver a toda aquella gente junta, fue un subidón total!

Estoy seguro de no haber podido explicar y transmitir fielmente el momento, quizás haya que ponerse en la piel y las circunstancias de uno mismo para vivirlo. Eso sí, en aquel momento todas aquellas cosas “raras” que durante el día, y por separado, no habían tenido sentido se juntaron en aquel momento y encajaron a la perfección!

PD: Gracias a todos. A los que habéis ido, y los que por circunstancias "logísticas" no habéis podido ir.