Lo que cambian los tiempos... Esto dicen las madres cuando ven que sus hijos han crecido, se convierten en adolescentes, se casan, etc. Pero eso dicen también los hijos cuando ven que sus madres se hacen mayores y se aventuran al mundo digital en el que vivimos.

Hace aproximadamente 2 años, mi madre era una total analfabeta tecnológica, en su vida nunca había manejado algo más complicado que el microondas. Su teléfono era un Nokia cutre, sin cámara y sin más de 5 colores en la pantalla. Aun con lo simple que era, digamos que solo conocía el 20% de su funcionalidad.

Pero ahora las tornas han cambiado y yo me pregunto: ¿cómo hemos llegado a esta situación?

Bien, antes de nada tengo que confesar que mi madre es una experta en el Tetris. Cuando digo experta, me refiero a EXPERTA con todas las letras. Lleva más de 15 años jugando al Tetris TODOS LOS DÍAS. Más de 10 años jugando en el nivel más difícil, en ese que no ves ni caer las piezas, que debido a la velocidad ni siquiera sabes que pieza es la que esta cayendo..



Ha gastado más de 5 maquinitas de Tetris, ya ni siquiera se veían las letras en los botones, ¡¡que coño!! ni siquiera quedaban botones, estaban gastados de rotar piezas.. Gracias a esto ir de viaje era una maravilla, podíamos cargar el coche con millones de maletas, mi madre había adquirido tal nivel de organización y colocación de equipaje que nunca había problemas de espacio.

En fin, con esta situación, en el día de la madre de hace un par de años, mi hermano y yo (ilusos de nosotros) decidimos regalarle una Nintendo DS. Veíamos que el Tetris ya no daba más de sí. No tardó mucho en dar con el sustituto del Tetris, el Brain Training. Es el famoso juego para ejercitar la memoria y la capacidad mental.
Total... que también se convirtió en una experta en él (de nuevo). Yo desistí de jugar con ella porque, según el juego, su edad mental era 10 años menor que la mía.



Estuvo jugando hasta que el juego le dijo: "Carmen, llevas un año jugando ¿deseas limpiar tu historial de juego?" La pobre le dio a "Sí"... imaginaros la decepción... Pero tranquilos, el universo tenía un plan, y esta confusión formaba parte de él.

Pasado el periodo de la Nintendo, y dado que ya había adquirido suficiente destreza con las pantallas táctiles, decidí regalarle un iPad (en buena hora...) En ese momento se le abrió un mundo de posibilidades: Internet, juegecitos varios, libros, prensa, etc. En realidad seguía siendo una analfabeta tecnológica pero ya empezaba a trastear con las nuevas tecnologías. Era como Homer Simpon en la central nuclear, tenía un montón de botoncitos y opciones pero para las decisiones importantes usaba el "pito-pito-gorgorito".



Recuerdo perfectamente el día que murió Steve Jobs. Me levanté por la mañana y mientras desayunaba me dice: -"Oye, ¿sabes que murió el señor que inventó mi iPad?" (Zassss! "mi iPad", dice. Mi madre hablando de su querido amigo Stevi... en ese momento me asusté otro poquito más)

Meses después, por casualidades de la vida, me regalaron un iPhone que iban a tirar a la basura porque se le había roto la pantalla. Conseguí comprar otra pantalla, lo arreglé y le regalé el iPhone. Al principio ella lo llamaba "el iPad pequeño" (que mona.. ¿verdad?) Sin querer estaba creando a una pija tecnológica.



De todas formas, lo peor no fue que le regalé el iPhone, la peor idea que tuve fue descargar el "whatsapp" en su teléfono.. Porque donde nosotros vemos un programa de mensajería instantánea, ella ve una ventanita que le da la posibilidad de estar haciéndote preguntas indefinidamente y a cualquier hora del día (y dado que padece insomnio, también de la noche). Cosas del tipo:

-"P"
-"Pppppp"

-"No me aclaro con este teclado"

-"Te llega lo que escribo"

(En esta primera fase aun no sabía como poner las "?", de modo que había que intuir cuando era una pregunta o cuando era una afirmación)

-"Vas a venir a comer hoy?"
-"Qué quieres comer?"
- "Pollo? Hay pollo de ayer y arroz"
- "Oye, voy a hacer pollo"
-"Por que sale un reloj rojo aquí?"
-"Viste a tu hermano. No conecto con el por este sistema"
-"Acuérdate del paraguas que siempre lo pierdes"
-"Oí pasar una ambulancia, estás bien?"
-"Me llamó un número desconocido, eras tú?"
-"Me lees?, este 'guasap' no funciona bien"
- "Pppppppp"
- "Sigo sin acostumbrarme bien a este teclado"

Bufff... Y luego están los momentos surrealistas. Ver como tu madre pregunta a los demás si tienen whatsapp. Este fin de semana, con una vecina del pueblo:
-"Máite, ¿tú tienes whatsapp? ¿Sí? Ah, pues ya te escribiré que yo también tengo."

Pero bueno, cuando todo parecía que estaba calmado, cuando ya se iba acostumbrando a sus cacharritos y a leer su periódico en Internet, a mandar sus whatsapps, jugar a sus jueguecitos.. llegó el momento al que cualquier hijo teme, eso que no quieres oír jamás de una madre, eso que mi madre dijo ayer sin que ni siquiera le temblase la voz:

-"¡Quiero hacerme un 'feisbuk' de esos!"




Lo único que se me vino a la cabeza en ese momento fue la frase de Gandalf: ¡¡Corred insensatos!!